CyborgNomada

CyborgNomada
El cyborg manifesto desde Quartier Coghen - Uccle Brux'hell

samedi 7 octobre 2006

Where Is My Mind?
En inglés paso caleta

Y pensar amor, que al final esto también es el amor

"Olis Y AndrEas"

Y pensar mi Juliana lo bellos que nos hiciste en ese momento

jeudi 5 octobre 2006

Salto la cuerda me enredo y caigo de boca


Dime dime

Me encontré esto en el diario web (blog) de un amigo (por qué hacemos estas cosas @-@¡¡¡), el cual me llevó a otro y a otro más, y me encontré con esto. Aunque no sé programar, mi lejano y efímero contacto con el php lo encontré entretenido.
Which Programming Language are You?
Divertido

mercredi 4 octobre 2006

mardi 3 octobre 2006

Dando una vuelta por Materiales de artista encontré el manifiesto personal del poeta y artista visual español Rogelio López Cuenca.

Derechos de autor: el negocio de la cultura, j'(e m)acuse.

Interesante.

lundi 2 octobre 2006

El Hatun Calvo

Había fiesta, Ande fuerte, Amazonía profunda, pero nadie podrá saberte Hatun. Cómo olvidar tío, esos caminos entre Surquillo, Centro de Lima y La Molina, cómo olvidar que quisiste fungir de ekeko del amor de dos post adolescentes perdidos en sus mundos llenos de carencia y sueños, siendo tus lúdicos cómplices de aventureras tertulias.Cómo olvidar que de tanto querer ser mi padre, terminaste siendo mi hermano, escribiendo una larga carta de amor/despedida a Mati, Cómo olvidar aquella noche feliz del 97 donde ella y tú hiceron contrapunto en la Casa Mariátegui.

Te puedo decir que las situaciones efímeras urbanas en movimiento constante hacen perder el equilibrio y la noción del ahora mágico de tus pensares, pues aún continúan hablando las esquinas de Callao, Colina y La Molina aún continúan nuestras largas conversaciones sobre fractales, caos, psicoanálisis, filosofía, chamanismo y física cuántica. Me hiciste respetar el arte de mis padres.

Por un tiempo me sumergí en un oscuro y rico mundo para renovarme, como me enseñaste a hacerlo con tus grandes sentencias de experiencia. Todavía te puedo prestar mis libros de antropología y yo escuchar tus poemas a voz ciega, entre papeles donde escribir mis palabras para que me escuches mejor y tus gritos por atreverme a contradecirte delante de Graciela. Desde que empezaste a irte no pude hacer nada Hatun, siempre seguirán hablando de más, hablando palabras vacías.

Gracias por tu tierno escepticismo, hermano mío. Sigues siendo el Hatun.