Dulce niña mía, corazon de mi vida.
Tu respiracion aun se une con la mia, aun somos una.
Eres un pedacito de ternura, un rayito sol.
Cuanto te protejo y cuanto debo luchar por conseguir cada minuto de felicidad y tranquilidad.
Cuanto debemos luchar las personas que somos transparentes, para que no nos arrebaten nuestro interior.
Cuanto me enseñaste y cuanta fortaleza me haz dado.
Y me pides un hermanito mi bella Juliana, qué sorpresa tendras!
Disfrutemos ahora mi bella hija este amor y complicidad, hasta que aprendamos con amor a ser cuatro.
Y esto no es un poema, es solo palabras de amor que medesbordan cada dia de esta bella vida junto a Juliana, Olivier y ahora Salvador.